CDMX.- El cáncer colorrectal a nivel mundial ocupa el tercer lugar en incidencia en personas de 50 años en adelante y el segundo como causa de muerte entre otros tipos de cáncer, esto debido a que generalmente es diagnosticado en etapas ya muy avanzadas, lo que deja a los médicos con pocas opciones para su tratamiento.
Por ello, es clara la enorme importancia que tiene detectar, diagnosticar y tratar de manera temprana este tipo de cáncer que afecta al colon (intestino grueso) o al recto, y que no siempre manifiesta síntomas en sus fase inicial, lo que dificulta su diagnostico temprano.
Al respecto, Laia Peruchet-Noray, autora del estudio “Tissue-specific genetic variation suggests distinct molecular pathways between body shape phenotypes and colorectal cancer”, menciona que las tasa de incidencia de esta neoplasia ha estado reduciéndose en los países de ingresos altos, que en su mayoría se debe a los programas eficaces de cribado. El pronostico del cáncer colorrectal varia dependiendo de su estadio en el momento del diagnostico.
“Es importante que haya un diagnóstico oportuno, un tratamiento adecuado y una atención de seguimiento periódica para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida”, señaló.
En la búsqueda de aumentar las posibilidades de detección diagnóstico y tratamiento temprano de la enfermedad, un equipo de investigadores liderados por Laia Peruchet-Noray, investigadora de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) pusieron en marcha un protocolo para caracterizar con precisión el perfil especifico entre quienes padecen obesidad, y que a causa de ello tienen mayores posibilidades para desarrollar cáncer colorrectal.
Estos hallazgos permitirán a los médicos dar un seguimiento más cercano a sus pacientes y estar más atentos.
Las conclusiones de la investigación, publicada en la revista Science Advances, establecen que las personas con obesidad generalizada y con exceso de grasa particularmente concentrada en la zona abdominal tienen mayores posibilidades de desarrollar este tipo de neoplasia.
Asimismo, los investigadores determinaron cuatro fenotipos de forma corporal de rasgos múltiples que reflejan subtipos de adiposidad a partir del análisis de componentes principales acerca del índice de masa corporal, la altura, el peso, la relación contra-cadera y la circunferencia de la cintura y cadera.
“Que la obesidad está asociada con cáncer colorrectal es algo que ya está bastante asumido en ciencia. Lo que nosotros quisimos hacer es intentar buscar si los diferentes subtipos de adiposidad se asociaban de distinta manera al cáncer colorrectal”, expresó Laia Peruchet-Noray.
Finalmente, es necesario mencionar que los descubrimientos de esta investigación sean una prueba de que todas las personas con estos subtipos de obesidad desarrollarán a la fuerza cáncer colorrectal, al igual que no se puede afirmar que las que no lo tengan no van a desarrollar las neoplasias. Sin embargo, es sumarte útil conocer que existen algunos perfiles de obesidad que incrementan los factores de riesgo.
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