Día Mundial del Riñón

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CDMX.- Hoy es 14 de marzo y se celebra el Día Mundial del Riñón, con lo que se pretende generar conciencia y diversificar el conocimiento sobre la importancia de la salud de los riñones. La fecha se estableció en el año 2006 por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN, por sus siglas en inglés), y la actual Federación Internacional de Fundaciones Renales -Alianza Mundial del Riñón (IFKF-WKA, por sus siglas en inglés), con el apoyo de otras organizaciones nacionales e internacionales.

La enfermedad crónica más olvidada es la enfermedad renal crónica (ERC), la cual en México y el mundo es un grave problema de salud pública. Es provocada por varias enfermedades cronicodegenerativas, entre las que destacan la diabetes y la hipertensión arterial y es considerada en Latinoamérica como la segunda causa más importante de años de vida perdidos. Al respecto, el Instituto Nacional de Salud Pública menciona que:”Este padecimiento tiene un impacto indirecto en la morbilidad y mortalidad global al aumentar el riesgo de padecer otras cinco patologías importantes: enfermedades del corazón, diabetes, hipertensión, infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y malaria”.

Datos sobre la enfermedad renal

  • En el mundo, la enfermedad renal crónica afecta a más de 850 millones de personas y ocasionó la perdida de más de 3.1 millones de vidas humanas en 2019.
  • Se estima que el 10% de la población mundial padece alguna ERC, no detectada, que muestra signos hasta que le problema está muy avanzado, y las únicas alternativas son la diálisis, o un transplante de riñón.
  • Actualmente, la enfermedad renal crónica es la octava causa de muerte en el mundo, y se estima que si no se realizan los suficientes esfuerzos de diagnóstico y terapia, para el año 2040 será la quinta causa de muerte.
  • En los últimos treinta años, los esfuerzos de tratamiento de la ERC se han concentrado en preparase para brindar terapias de reemplazo de la función renal.
  • Con los avances terapéuticos recientes, se consigue prevenir o ralentizar la enfermedad cardiovascular y la falla renal, aumentando la calidad como la expectativa de vida de los pacientes con ERC.
  • Existen barreras que no permiten el acceso a gran escala de las terapias para la enfermedad renal crónica, como: los diagnósticos tardíos, la escasez de especialistas en enfermedades del riñón, y los costos elevados de los tratamientos. Esto provoca que se agraven las iniquidades entre los países de rentas medias y bajas con los de ingresos altos.

“Lograr una atención óptima de las enfermedades de los riñones, requiere superar barreras en múltiples niveles y al mismo tiempo considerar las diferencias de contexto entre regiones del mundo. Estos incluyen: brechas en el diagnóstico temprano, falta de cobertura de seguro y de atención médica universal, poca conciencia entre los trabajadores de la salud sobre la enfermedad renal crónica y desafíos en cuanto al costo y accesibilidad de medicamentos. Se requiere una estrategia múltiple para salvar riñones, corazones y vidas”, establece World Kidney Day.

Consejos para mejorar la calidad y expectativa de vida de las personas con ECR

  • Un enfoque integral y multinivel enfocado en mejorar la atención y cuidado de las enfermedades renales, al igual que optimizar la prescripción de medicamentos en el mundo.
  • Políticas de salud: La prevención primaria y secundaria de la ERC necesita políticas de salud que incorporen de manera integral y cíclica la atención renal dentro de los programas de salud existentes.
  • Garantizar el financiamiento suficiente y sostenido para la atención de la enfermedades renales.
  • Poner en marcha campañas de difusión masiva sobre la salud renal, dirigidas al público en general, y al personal de salud.
  • Fomentar el acceso oportuno y sin restricciones a sistemas eficientes para la detención de enfermedades en los riñones, a través de herramientas que faciliten un diagnóstico temprano.
  • Brindar acceso irrestricto a tratamientos de calidad que ayuden a prevenir la enfermedad renal crónica, o su avance.
  • Prestación de atención médica:  la atención subóptima de las enfermedades renales es consecuencia de políticas de salud limitadas, la educación inadecuada tanto de pacientes y familiares como de proveedores de la salud, falta de recursos para atención de alta calidad y acceso limitado a medicamentos de precios asequibles.
  • La implementación de una estrategia exitosa requiere adoptar un enfoque integral, centrado en el paciente y con orientación local, identificando y eliminando las barreras a la atención de calidad de las enfermedades renales.
  • Profesionales de la salud: Minimizar la pérdida de proveedores de la salud especializados en este campo de la medicina, desarrollar o mejorar la capacitación de los trabajadores de la salud, incluidos médicos de atención primaria, enfermeras y trabajadores de salud comunitarios.

– Mejorar la educación sobre la detección adecuada de la enfermedad renal crónica, y el cumplimiento de las recomendaciones de las guías de práctica clínica, como elementos esenciales para la implementación exitosa de estrategias terapéuticas efectivas y seguras.

– Adoptar rápidamente las innovaciones científicas, y utilizar herramientas farmacológicas y no farmacológicas para el tratamiento de la enfermedad renal crónica.

– Impulsar la comunicación efectiva y la empatía entre los profesionales de la salud.

  • Empoderar a los pacientes y a las comunidades: En todo el mundo, los pacientes luchan por acceder a atención médica óptima y a los medicamentos, ya sea por los altos costos y/o la desinformación, lo que minimiza la adherencia a los tratamientos.

– Se necesita crear conciencia acerca de los factores de riesgo de la ERC, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad; mejorar el conocimiento en aspectos básicos de salud sobre estilos de vida saludables y el autocuidado, fomentar la adherencia a largo plazo a los tratamientos, especialmente cuando éste se inicia oportunamente, y se mantiene constante.

– Involucrar a los pacientes y a las comunidades locales en las organizaciones en pro de los derechos de la salud, que les permitirá tomar decisiones informadas y mejorar su resultados en materia de salud.

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