CDMX.- Desde hace tiempo los expertos han advenido sobre comer hasta altas horas de la noche, especialmente una comida abundante con muchas grasas o azúcares. Recientemente se ha agregado una nueva razón para tomar en cuenta sus consejos: comer dentro de las 3 has previas a la hora de acostarse al menor 4 días a la semana podría aumentar la posibilidad de desarrollar cáncer colorrectal.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en 2020, hubo más de 1.9 millones de casos nuevos de cáncer colorrectal y se produjeron más de 930 mil muertes debido a esta enfermedad en todo el mundo.
Respecto a la situación en México, en 2020 se registraron 14 mil 901 nuevos casos y más de 7 mil muertos durante el mismo periodo, lo que posicionó al cáncer colorrectal como el segundo cáncer más mortal, de acuerdo con la Agencia Internacional para la investigación sobre Cáncer, que pertenece a la OMS.
Retomando este hallazgo, investigadores de un nuevo estudio interrogaron a 664 personas que se sometían a una nueva colonoscopia para detectar cáncer, de las cuales el 42% dijo que comía tarde. Este grupo tenía un 46% más de probabilidad de tener un adenoma (una pequeña lesión no cancerosa) encontrada durante la colonoscopia en comparación con los que no comen tarde.
Los adenomas no son cáncer, pero se estima que entre el 5% y el 10% de ellos se vuelven canceroso con el tiempo. Además, el riesgo depende de acuerdo con la ubicación en el tracto gastrointestinal y su tamaño.
“Muchos otros estudios tratan sobre lo que comemos, pero no sobre cuándo comemos”, afirmó Edena Khoshaba, investigadora principal y estudiante de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Rush en Chicago. “El consejo común incluye no comer carne roja y comer más frutas y verduras (lo cual es fantástico, por supuesto), pero queríamos ver si el momento nos afecta en algo”, añadió.
Khoshaba y sus colegas descubrieron que las personas que comían tarde, tenían hasta 5.5 más veces de probabilidad de desarrollar tres o más adenomas tubulares en comparación con los que no comían tarde. Los adenomas tubulares son el tipo más común de pólipo (pequeña acumulación de células que se forman en el revestimiento del colon).
Reloj interno del cuerpo
El comer cerca de la hora de acostarse podría alterar el reloj interno del cuerpo o el “ritmo circadiano”, específicamente el “ritmo circadiano periférico”, que en otras palabras, es la forma en que otras partes del cuerpo saben cómo ajustar las cosas cuando el día se convierte en noche.
“Parte de este sistema periférico se encuentra en nuestro tracto gastrointestinal. Por ejemplo, si comes tarde en la noche, tu cerebro piensa que es de noche y tu intestino piensa que es de día”, dijo Khoshaba en una entrevista en la conferencia de la Semana de Enfermedades Digestivas de este año en Washington, DC.
“Además, muchos de mis pacientes me han dicho que cuando comen más tarde en la noche, no siempre eligen los alimentos más saludables”, comentó Amy Bragagnini, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética. “Sus elecciones de alimentos a altas horas de la noche generalmente tienen un mayor contenido de azúcar y grasas agregadas. Esto puede hacer que consuman muchas más calorías de las que su cuerpo necesita”. Lo que se traduce en un aumento de peso no deseado.
Es importante aclarar que este estudio fue observacional por lo que no es tan sólido como una investigación que asigna a las personas a un grupo que come tarde y otro a no tarde para comparar sus resultados a lo largo del tiempo.
Khoshaba mencionó que otra limitación fue que se les pidió a las personas que recordarán sus dietas durante 24 horas, lo que puede no ser siempre exacto.
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