CIUDAD DE MÉXICO.- Se estima que en el mundo hay alrededor de 604 mil 127 casos de cáncer cervicouterino, es el cuarto tipo de cáncer más frecuente, se ha demostrado que el índice de pobreza en las regiones hace variar la mortalidad en más de 52%.
En México, en el 2020 el cáncer cervicouterino fue el segundo más diagnosticado y la segunda causa de muertes en mujeres, para el 2021, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) detectó mil 155 casos nuevos y mil 59 defunciones con una tasa de incidencia. Destaca el estado de Chiapas con la tasa de mortalidad de 11.9, la más alta del país.
¿Qué es el VPH?
El Virus del Papiloma Humano es una familia de virus que puede afectar la piel, la zona de la boca, la zona genital o anal, existen más de 200 tipos de virus, cerca de 40 afectan la zona genital y pueden dividirse en dos grupos:
Aquellos denominados de bajo riesgo que suelen asociarse a lesiones benignas, como las verrugas, estás no evolucionan a lesiones precancesoras o cáncer.
Los denominados de alto riesgo pueden provocar la alteración de las células generando lesiones precancesoras y con el tiempo pueden evolucionar y convertirse en cáncer.
El tipo de cáncer más común causado por el VPH de alto riesgo es el cáncer de cuello uterino en las mujeres.
¿Cómo se transmite?
Se transmite de una persona a otra en el contacto piel con piel o durante las relaciones sexuales, es un virus muy frecuente y de fácil transmisión, aproximadamente 4 de cada 5 personas ( el 80%) va a contraer alguno o varios de los tipos de VPH en algún momento de su vida.
¿Cómo se detecta?
Existen dos tipos de prueba para detectar el VPH: el ensayo molecular para el Virus del Papiloma Humano y la prueba de Papanicolau.
El ensayo molecular es una prueba que detecta la presencia de ADN del VPH, existen distintas tecnologías para realizar la detección, todas detectan la presencia del VPH de alto riesgo y algunas incluso identifican qué tipo se encuentran presentes en la muestra.
Mientras que el papanicolau es un examen de las células del útero mediante microscopía, este análisis permite detectar alteraciones en las células del cuello del útero antes de que se desarrolle el cáncer.
En conclusión, es importante mejorar la calidad en el servicio médico que se brinda a las mujeres con VPH, realizando estudios de manera oportuna, entregando resultados a la brevedad y acompañarla en el proceso explicándole de manera clara y precisa la situación a la que se enfrenta.
Se requiere de un trabajo intenso y constante de sensibilización a todo el personal médico respecto al contagio de VPH, en ocasiones se prejuzga a las personas que tienen el virus, por condiciones de ignorancia, negligencia, usos y costumbres normalizados dentro de la población.
El personal necesita capacitación y los recursos necesarios para realizar su labor médica y de acompañamiento, la sensibilización debe dirigirse en todos los niveles, desde el personal de vigilancia que atiende a las pacientes al ingresar a las unidades de salud hasta el personal médico de contacto.
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