CIUDAD DE MÉXICO.- El sodio es un electrolito fundamental para las funciones celulares, se mantiene en constante equilibrio a través de su absorción intestinal que ocurre a partir de la ingestión. Dentro de los sistemas y órganos que presentan mayor influencia por la ingestión de sodio se encuentran el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central, el sistema inmune y particularmente el riñón.
En el sistema nervioso central se ha observado que tiene mayor predisposición al consumo de sal afecta directamente al aumento de la tensión arterial, mientras que en el sistema inmune genera enfermedad cardiovascular, además es un factor carcinógeno para el desarrollo de cáncer gástrico, así como daño renal y presencia de osteoporosis.
El consumo de sodio a nivel mundial es elevado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda menos de 2 gramos de sodio al día o lo equivalente a 5 gramos de sal. Se estima que un 65% de la población a nivel mundial consume entre 8 y 10 gramos de sal, en contraste el 95% consume entre 6 y 12 gramos de sal al día.
México ha aumentado el doble la mortalidad para todas las enfermedades atribuidas al consumo elevado de sodio, la hipertensión se encuentra presente en más del 40% de la población adulta, para el 2019 la principal causa de mortalidad en nuestro país fueron las enfermedades cardiovasculares.
La población mexicana consume en promedio 150% más de sal de lo recomendado por la OMS, que son 5 grados como máximo por día. Se estima que al disminuir el consumo de sodio se podrían reducir cerca de 47 mil muertes por enfermedades cardiovasculares, principalmente por enfermedad coronaria hipertensiva.
Las y los niños en edad preescolar contribuyeron en mayor proporción a la ingesta diaria de socio en alimentos como lácteos, cereales, carnes procesadas y condimentos. La evidencia ha demostrado que a mayor grado de procesamiento existe más posibilidades de padecer enfermedades, como obesidad, diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares esto debido al alto contenido de grasas, azúcares y sodio.
En México, durante los últimos años los alimentos procesado y ultaprocesados han aumentado su compra, se ha identificado por medio de un análisis nacional el cual señala que la ingesta total de sodio es de 39-49%, los alimentos con mayor contenido de sodio están disponibles en el mercado mexicano y fueron las carnes procesadas, jamón, tocino y embutidos.
La mayoría de las políticas y programas públicos que se han formulado para la reducción del consumo de sodio en México, abordan el tema de manera indirecta ya que carecen de mecanismo de monitoreo y supervisión, así como de un marco regulatorio que sancione su incumplimiento.
Algunas recomendaciones para reducir el consumo de sal en el hogar son:
- Evite agregar sal durante la preparación de alimentos
- No pongas saleros en la mesa
- Limite el consumo de snacks y tentempiés salados
- Elija productos hiposódicos
- Coloca en un recipiente pequeño la cantidad suficiente de sal para tu familia y utiliza solo la necesaria para cocinar.
- Distribuye la cantidad de sodio que comes en pequeñas cantidades en todas tus comidas durante todo el día
La dieta hiposódica consiste en restringir los alimentos y bebidas con alto contenido de sodio, como alimentos de origen animal, preenvasados y condimentados, en su lugar promueve el consumo de productos frescos y comidas a base de plantas. Recuerda que no es malo el sodio, es un mineral vital para el funcionamiento normal de tus riñones, actúa como una especie de esponja que ayuda a tu cuerpo a retener agua y esencial para tus músculos.
El punto clave es que mantengas un equilibrio en tu dieta, evites en la medida posible la ingesta de alimentos procesados y ultraprocesados, seguir la recomendaciones de la OMS sobre el consumo de sodio (2 gramos de sal al día), es decir, más o menos 1 cucharadita de sal al día no más.
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MCR