CDMX.- El próximo 8 de abril habrá un eclipse total de sol que se podrá percibir de manera plena en algunas regiones de Sinaloa, Durango y Coahuila, y de manera parcial en algunas entidades como la Ciudad de México. Es por ello, que la Secretaría de Salud alerta sobre el peligro que representa observarlo de forma directa sin protección y emite recomendaciones para quienes deseen disfrutar de este fenómeno astronómico.
Especialistas de los servicios de Oftalmología del Hospital Juárez de México (HJM), del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” (HGMEL) y el Hospital General “Dr. Manuel Gea González” aclararon que el ojo es vulnerable frente a la luz solar directa y a los rayos ultravioleta (UVA).
En un eclipse, aún cuando el so está total o parcialmente cubierto por la luna, sigue emitiendo rayos ultravioleta. Al observarlo de forma directa sin la protección adecuada, se corre el riesgo latente de que las células de la retina sufran estrés oxidativo que provoca: inflamación, cicatrización y secuelas irreversibles en la visión.
Daños a la visión
Algunos de los daños que se registran son los siguientes:
- Percepción distorsionada de los colores.
- Incapacidad para ver con nitidez las letras pequeñas.
- Aparición de una mancha negra centrada en la visión.
Dicha mancha es conocida como escotoma y constituye una pérdida significativa de la visión.
Recomendaciones para poder mirar el eclipse
Toda persona que desee observar el eclipse de forma directa lo debe hacer protegiéndose con lentes con filtros de rayos ultravioleta categoría UV 400 y sólo durante unos segundos para reducir la probabilidad de daño.
Los especialistas explicaron que los lentes oscuros o polarizados convencionales no protegen contra la radiación ultravioleta, sólo atenúan la intensidad de la luz, por lo que no sirven como una barrera de protección.
Síntomas de daño en la visión
Dependiendo de la intensidad de la radiación y del tiempo de exposición, serán los síntomas de daño en la visión. Generalmente, las y los pacientes refieren percibir una alteración de la forma y el tamaño de los objetos en la visión, que es un fenómeno llamado metamorfopsia, y una distorsión de la percepción de los colores, lo que de denomina discromatopsia o daltonismo. En muchas ocasiones, ambos padecimientos oftalmológicos resultan irreversibles.
En dichos casos se suministran antiinflamatorios y glucocorticoides directamente en la mucosa del ojo para reducir los síntomas; sin embargo, la retinopatía solar no tiene cura.
Precisaron que la retina es una membrana ubicada en la parte interna del ojo que se constituye por varios conjuntos de células nerviosas que se encargan de codificar la información luminosa que es percibida por el ojo y enviarla al cerebro en forma de imágenes por medio del nervio óptico. La retina transforma la luz en visión y cuando está se daña pierde esa función.
Asimismo, los especialistas alertaron sobre la necesidad de extremar precauciones para disfrutar de este fenómeno natural poco común sin poner en riesgo nuestra salud visual. Además, exhortaron a cuidar a los menores de edad quienes por su edad son muy sensibles a información no confiables.
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