CIUDAD DE MÉXICO.- Hablamos de demencia para referirnos a los síndromes cerebrales degenerativos progresivos que afectan a la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las emociones. Se preveé para el año 2050, la población de menores de 15 años disminuirá de 30% a 17%, de este modo el incremento de las personas mayores irá en aumento y con ello las enfermedades y padecimientos.
Es importante señalar que la demencia no afecta exclusivamente a personas mayores, puede aparecer los síntomas antes de los 65 años, actualmente más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es un síndrome que destruye las células nerviosas y daña el cerebro, por lo regular conduce al deterioro de la función cognitiva, es decir, la capacidad para procesar el pensamiento. Si bien la conciencia no se ve afectada, el deterioro cognitivo suele ir acompañado por cambios en el estado de ánimo, el control emocional y el comportamiento.
MITOS Y REALIDADES
- “Todos tendremos demencia cuando seamos personas mayores”
Es una realidad, aunque las demencias pueden ser más notorias en las personas mayores, todas las personas pueden desarrollar demencia
2. “No se puede hacer nada para prevenirla”
Realidad, no hay alguna forma de curar la demencia, lo que si se puede hacer es modificar el estilo de vida, mantenerse activo, mejorar los hábitos alimenticios y controlar las enfermedades crónicas permitirá bajar las probabilidades de padecer demencia.
3. “Todas las enfermedades son iguales”
Falso, existen más de 40 tipos de demencia, la más conocida es el Alzheimer, sin embargo, cada tipo tiene sus propias características y enfoques de tratamiento específicos.
La salud del cerebro es parte integral de un proceso, el ejercicio, el sueño, la actividad intelectual y la actividad social son trascendentales, el eje principal para mantener la salud del cerebro es la alimentación.
El consumo de pescados como el salmón, el bacalao o la sardina aportan al cerebro gran cantidad de Omega-3, el cual favorece el desarrollo mental y mejora el aprendizaje, al mismo tiempo ayuda a mantener el correcto funcionamiento del cerebro.
Por su parte, la chía y la linaza son semillas que también aportan buena cantidad de ácido graso Omega-3, el cual reduce los triglicéridos, disminuye la coagulación de la sangre y reduce el riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares.
La avena es otro alimento que ayuda a nuestro cerebro, reduce la fatiga mental, el nerviosismo y el estrés gracias a su aporte de Vitamina B1, por otro lado, el huevo, al ser consumido provee al cuerpo de proteínas que ayudan a prevenir la degeneración neuronal.
Al mantener nuestro cerebro saludable nos permitirá realizar nuestras actividades cognitivas en buen estado durante mucho tiempo.
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